Para gusto los colores... o las formas o los muebles. No hay dos personas iguales. De hecho, un mismo espacio decorado y amueblado al gusto de dos personas diferentes puede producir la ilusión de estar ante dos realidades completamente diferentes.
Frente a estilos más clásicos surgen tendencias que los menos atrevidos podrían tildar de "raras", llenas de color, muebles poco convencionales o distribuciones un poco locas.
Nada está prohibido ni es inadecuado si al cliente le hace sentirse a gusto.
Cada persona es un mundo. Cada casa en un mundo
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